lunes, 7 de marzo de 2022

   AL SUPERVIVIENTE  LAUDELINO RECIO ANTÓN

(+ con 78 años de edad)


                              (Haiku)

                       

                        Tú, Laude o "Nizo",

                        enturbiado entre sombras

                        de Almajano, eco.

                        .

(Soria, 6 de marzo de 2022)

                                                                    JMML

 ADIÓS A TÍ, TÍA ROSALÍA LASECA ANTÓN

(+ con 99 años de edad)


                               (Haiku) 

                        Tú, Rosalía,

                        tu destino de vida

                        Rincón de Olivo.


(Rincón de Olivo (La Rioja), 6 de enero de 2022)

                                                                    JMML


lunes, 6 de diciembre de 2021

 

Recordar es volver a vivir

(Haiku)

 

José, el de Sara,

ya, en la Sierra de Almuerzo,

reposa en paz.

 

A José Martínez Martínez

Narros (Soria), 6-XII-2021

JMML

sábado, 13 de noviembre de 2021

  

                            MADRE ANGELINES

 

Madre digna, de cara tan hermosa.

Abeja, persitente, labradora.

Deseaste tus cuatro hijos. Soñadora

Repartiendo esa sangre que rebosa.

 

Eras quien del miedo nos protegías

A las oscuras noches vacilantes.

Nos llovías de amor. Para estudiantes,

Guiabas a que otras vidas nos servías.

 

Eran tus años únicos tal vez

Lograbas oler nuestro pan. Crecida,

Infundías la memoria que se basa.

 

Nuestra madre, fiel tierra, solidez.

Está en el corazón nunca se olvida             

Siempre su nombre: nos devuelve a casa.

 

José María MARTÍNEZ LASECA

Almajano, Soria, 5 de octubre de 2021


jueves, 1 de abril de 2021

Una mujer a la altura de las circunstancias. Concha de Marco 1916-1989


 Así se titula la exposición “Concha de Marco 1916-1989. Una mujer a la altura de las circunstancias”, que cobija la Sala B del Centro Cultural Gaya Nuño, sito en la Plaza de las Mujeres de la ciudad de Soria. Tres son los elementos que la evidencian: A.- Un cartel anunciador que acota su duración del 25 de marzo al 5 de mayo de 2021 (visitas de 9 a 14 h.); B.- Mostrario en la sala: 28 paneles con fotos y textos y 3 vitrinas, que plasman sus 7 poemarios publicados en vida, algunos de sus ensayos y dos libros para saber más de ella, y C.-Un precioso catálogo que la complementa y añade contenidos.  

            Pero, antes de entrar en materia, quisiera comenzar por los créditos. Para mostrar mi agradecimiento a quienes han contribuido a hacerla realidad. Al Ayuntamiento de Soria con su concejal de cultura Jesús Bárez, al Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y su director Gonzalo Santonja, a FUNDOS fundación y a la Junta de Castilla y León. Así mismo, a Rótulos Pascual y Gráficas Ochoa por su buen hacer, a César Gonzalo (responsable de exposiciones) y a Pote, por montarla como el curioso espectador puede contemplarla.

            Conviene señalar, previamente, que con Concepción Gutiérrez de Marco (literariamente Concha de Marco) teníamos una deuda pendiente. Ella fue la donante a los sorianos, a través de la Obra Social de la entonces Caja Soria, del Legado documental, bibliográfico y pictórico que reunió, junto con su esposo, el escritor, historiador y crítico de arte Juan Antonio Gaya Nuño, a lo largo de toda una vida en común. Un auténtico tesoro cultural. ¿Quién otro le ha dado tanto a Soria? El acuerdo para su custodia y difusión fue firmado, entre Concha de Marco y Caja Soria en primera instancia el 15 de enero de 1988 y elevado a escritura pública el 12 de julio, poco antes de su muerte, cuando quemaban los rastrojos, el 19 de octubre de 1989.

            Tan valiosos fondos, fueron trasladados a Soria por Casa Macarrón el 11 de enero de 1990. La Exposición-Homenaje a Juan Antonio, que los mostraba al público se abrió en la sede central de Caja Soria en la Plaza Mariano Granados de Soria. La inauguró el director del Museo del Prado Alfonso Pérez Sánchez y  se prolongó desde el 17 de febrero hasta finales de marzo. Se intituló  “Juan Antonio Gaya Nuño (1913-1976) entre el espectador y el arte” y fue comisariada por Ignacio del Río Chicote y por mí, quienes habíamos contado con la valiosa complicidad de Concha de Marco. El catálogo de la misma es un referente obligado para quienes quieran adentrarse en la vida y obra de Gaya Nuño.

            Treinta años después

            Han pasado 30 años de todo aquello hasta que, por fin, ha llegado esta nueva exposición con Concha de Marco por protagonista. Para hacerle justicia. Una culminación, en mi caso, tras más de 40 años ocupándome de aprenderla. Mi artículo primero: “2 poetisas sorianas, 2” (por ella y Mª Eugenia Rincón), de “Campo Soriano”, data del 3 y 5 de diciembre de 1981. Desde entonces, se me acumulan los recuerdos, las  conversaciones mantenidas y guardo cartas y libros dedicados. Gracias a mí, figura en el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia (2011).

            Aquí he querido recrear su vida. Contar su historia verdadera. Como sujeto agente. Poniéndola en el contexto histórico del tiempo que le tocó vivir. El del reinado de Alfonso XIII, pasando por la Dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República Española, la Guerra Civil, la Dictadura de Franco, la transición política y la llegada de la democracia. Cual una paleta de coloraciones: del blanco inicial (agridulce de infancia y adolescencia), pasando por el negro intermedio (tristeza y privaciones), hasta llegar al policromo (recuperación democrática con cierta decepción).

A modo de metáfora, he partido del cuadro de Hipólito Hidalgo de Caviedes “Retrato de Juan Antonio y Concha” (1976) de donde la extraigo, aislándola, individualizándola y la conduzco hacia el “Retrato de Concha” (1964) por Francisco Mateos, donde se muestra turbadora en su rostro, desprendiéndose de otras máscaras.

He querido mostrarla como fue: poliédrica y polifacética. No dentro de la pareja “los Gaya” que es como los nombraban en los círculos culturales, ni tampoco como la “Sra. de Gaya”.  Ella misma. Niña huérfana de madre con dos años por culpa de la pandemia de la gran gripe de 1918, niña rebelde en Figueras (Gerona), universitaria en Madrid, republicana, esposa de un preso (tenida por poco por  los Gaya Nuño), profesora de Ciencias en Costuera (Badajoz) y ¿casada infiel?, reencontrada con Gaya en Bilbao, con el mundo del Arte en Barcelona, participando en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, vinculada a la revista “Ínsula”, como profesora de humanidades en la Universidad Río Piedras de Puerto Rico, ama de casa y escritora, con cuarto propio en Madrid, artesana y melómana, feminista y tertuliana, viajera por España y por el mundo. De profundas raíces sorianas (quien no tiene raíces no da flores ni frutos), siempre retornaba a orígenes. Siendo así una perdedora, que padeció el duro exilio interior español, sin resignarse ni rendirse nunca, con esfuerzo creador, es como resultó vencedora.

Como intelectual Concha de Marco cobra entidad propia. Narradora, ensayista, traductora del inglés y del francés de libros de arte al español. Pero, sobre todo poeta. Conoce bien a nuestros clásicos (lo que no es tradición es plagio); se relaciona con los poetas de la Generación del 27 y las poetas de su tiempo (en torno a Carmen Conde) a las que divulga y lee y conoce a los más destacados poetas extranjeros.

Como “una poeta inquietante” la definió Carmen Conde. Su poesía, intimista y autobiográfica, se proyecta desde el yo al nosotros colectivo. Hacia lo social. Como ella misma nos advierte, “las constantes que caracterizan a mi poesía: Rigurosísima ética, interés por todas las situaciones humanas, caridad cristiana, exaltación de cuanto de noble y hermoso pueda atribuirse al ser humano”.   Su vida transpira por cada uno de los poros de la piel de las palabras que escribe. Porque la mujer Concha de Marco también anhelaba el reconocimiento de la belleza, que es el recuerdo, que es la poesía, la única verdad, como dice mi buen amigo, que tanto habló con ella, Ignacio del Río.

 

            Un hermoso recado

La voz de Concha de Marco es única y absolutamente contemporánea, señala Isabel Coixet. El patriarcado se mantiene en nuestros días. Yo no estoy a favor de las mujeres que se tienen que sacrificar y se tienen que anular. Concha de Marco se sacrificó por Juan Antonio Gaya Nuño, pero no se anuló. Por el contrario, se reafirmó. Aquí y ahora, vuelvo a reivindicarla, frente al ruido mediático de los bulos y noticias falsas y frente al circo de la política como espectáculo, sin preocuparse por los problemas más apremiantes de los ciudadanos, sigue plenamente vigente. Así nos dice: “Hay que estar callado, no hables tanto. / Deja de afirmar tu existir con las palabras. / Son igual que ese humo que se aleja. / HAZ ALGO, CREA / ALGO QUE FORTALEZCA A LOS DEMAS /  y cuando tú te vayas permanezca. / Verdaderas palabras, el mensaje / que puedan entender generaciones nuevas, / y les ayude a sobrellevar / el peso de la escoria que gravita sobre ellas.”

Por todo cuanto he dicho de Concha de Marco, eterna niña desvelada que nos ilumina la existencia con sus versos, es muy conveniente leerla y conocerla. Para quererla aún más.

José María Martínez Laseca

1 de abril de 2021

viernes, 7 de agosto de 2020

Octava celebración de "Un soneto para Soria"


Nos junta, en este jueves de raro mercado en Soria por la pandemia del Coronavirus, de nuevo, un acto de celebración poética, y en consecuencia gozoso, como es la entrega del premio al ganador del certamen “Un soneto  para Soria”, que cada año convoca el Círculo Amistad Numancia. Lo hacemos aquí, en el Casino, este lugar de la poesía y en el contexto de la Feria del libro de Expoesía.
En esta ya su octava edición, como ha dicho su Presidente Adolfo Sainz, el jurado integrado por mis compañeros el poeta César Ibáñez París y el crítico y librero César Millan y yo mismo, se lo hemos otorgado, por unanimidad, al poeta donostiarra Javier Potch, al tiempo que estimamos oportuno conceder un accésit, por vez primera, al visontino Juan Antonio Soria Boillos.
Es indudable que tejer un soneto clásico, con su estructura enjaulada de dos cuartetos y dos tercetos, con versos endecasílabos y rima consonante: ABBA, ABBA, CDC,DCD, supone todo un desafío y entraña gran dificultad. Para afinar tensión y sentido y conseguir que el texto resultante sea sugeridor y bello.  
Un modo de hacer al itálico modo que en nuestra literatura cuenta con grandes poetas que se han expresado en dicho formato. Toda una larga tradición. Con Garcilaso de la Vega, pionero, Lope, Quevedo, Góngóra, continuadores, y por citar algunos de los nuestros: Antonio Machado, Gerardo Diego, Dionisio Ridruejo y Concha de Marco.
¿Qué es poesía?, se preguntaba Bécquer. Y, en verdad, que resulta complicado definir la poesía. ¿Cómo podemos distinguir el bailarín del baile?, inquiría el poeta inglés Yeats. Está claro que no podemos responder ciertas preguntas y que debemos aceptar la incertidumbre. La poesía se construye con palabras y las palabras se mueven y cambian de significado, no solo a través de la historia, sino también a lo largo de la vida, a lo largo del día e incluso al repetirlas varias veces seguidas. En todo caso, parece que la poesía lírica consiste en decir diferente y está siempre “inflamada por el entusiasmo”, quedando envuelta en un halo misterioso. “Solo el misterio nos hace vivir, solo el misterio”, advertía el gran Federico García Lorca.
En cuanto a los temas que trata la poesía estarían los universales del sentimiento, como decía Antonio Machado y que sintetizaba Miguel Hernández en sus tres heridas. “Con tres heridas vengo, con tres heridas yo: la de la muerte, la de la vida y la del amor”, y también los lugares comunes o tópicos literarios. Entre los más conocidos están el carpe diem ("aprovecha el día"), el collige, virgo, rosas ("coge, doncella, las rosas"), el ubi sunt? (¿dónde están?), beatus ille (dichoso aquel), o la descriptio puellae (descripción de la mujer).
Entresaco aquí el del locus amoenus (lugar agradable), porque tiene mucho que ver con nuestro soneto ganador, así titulado, que resalta la ribera del río Duero. Más en concreto el añorado merendero del Augusto, con su embarcadero, junto al puente de piedra. En el lado opuesto a los Arcos de San Juan de Duero. Todo un paraíso perdido. Descrito con gracia por su autor Javier Potch. Usando ágiles encabalgamientos. A sabiendas de que los paraísos son siempre humildes y precarios. ¡Enhorabuena!
También la poesía canta lo que se pierde. Suele decirse, con un toque romántico, que la poesía florece entre las ruinas. Y ese tono elegiaco, se camta lo que se pierde, perfuma los dos sonetos de Juan Antonio Soria: “Puente de Visontium, entre brumas al alba” y “Negras rosas del alba en Visontium”, que han recibido el accésit. Por sus bellas metáforas.  
Ambos poetas, Javier y Juan Antonio, han cumplido, pues, con éxito el objetivo  del Concurso al tener a Soria en su variada diversidad como fuente de inspiración. Cantándola excelentemente. Y se merecen,  por ello, el reconocimiento del jurado y de los lectores. Muchas gracias.
Acabo ya diciendo que son dos los elementos que definen nuestras vidas humanas, estos son los de la fugacidad y el olvido.
Frente a ellos únicamente la poesía, como la siempreviva, opera el milagro y otorga permanencia, eternidad.
Nada más. Salud para todos y muchas gracias.
José María Martínez Laseca
(6 de agosto de 2020)