MADRE ANGELINES
Madre digna,
de cara tan hermosa.
Abeja,
persitente, labradora.
Deseaste tus
cuatro hijos. Soñadora
Repartiendo
esa sangre que rebosa.
Eras quien
del miedo nos protegías
A las oscuras
noches vacilantes.
Nos llovías
de amor. Para estudiantes,
Guiabas a que
otras vidas nos servías.
Eran tus años
únicos tal vez
Lograbas oler
nuestro pan. Crecida,
Infundías la memoria
que se basa.
Nuestra
madre, fiel tierra, solidez.
Está en el corazón nunca se olvida
Siempre su
nombre: nos devuelve a casa.
José María MARTÍNEZ LASECA
Almajano, Soria, 5
de octubre de 2021