miércoles, 26 de octubre de 2016

Centenario de Camilo José Cela

Camilo José Cela  (El Padrón, La Coruña, 1916-Madrid, 2002). Escritor español galardonado, entre sus muchos premios, con el Príncipe de Asturias (1987) y el Cervantes (1995). Recibió el premio Nobel en 1989. Poliédrico en su quehacer, su abundante producción abarca todos los géneros literatios, de la novela al cuento, del libro de viajes a la crónica periodística o el diccionario comentado (Dic­cionario secreto, 3 vols., 1968) y, ocasionalmente, poesía (Pisando la dudosa luz del día, 1945, pero escrito en 1936, y Cancionero de la Alcarria), y teatro, e incluso el guión de cine. En 1956 fundó la revista “Papeles de Son Armadans”.
            La familia de Pascual Duarte (1942), es su primera y sorprendente novela y dada su fuerza dramática y la primaria brutalidad de la temática, individual e his­tórica, supuso la recuperación del relato de calidad tras la guerra civil; se la considera introductora de una corriente narrativa conocida como el “tremendismo”. Le siguen Pabellón de repo­so (1943), en la que se recrea el patético mundo de un sa­natorio, y Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes (1944), actualización de la picaresca. La colmena (1951), es su obra maestra, no es individual sino colectiva y de ambiente urbano presenta unos pocos días de la vida del Madrid de 1942, a través de un extenso conjunto de personajes, movidos por el an­sia de satisfacer sus necesidades primarias. En su novela siguiente, Mrs. Caldwell habla con su hijo (1953), vuel­ve al relato en primera persona con el monólogo que representan las cartas que escribe a su hijo muerto. La catira (1955), por encargo del go­bierno venezolano, se desarrolla en aquel país sudamerica­no. En Tobogan de hambrientos (1962) se nos revela un alma colectiva, cuya suma de antihéroes muestra una parte de la sociedad que sufre las injusticias que otra genera. 
            Su segunda etapa como novelista arranca en 1969, con Vísperas, festividad y octava de San Camilo de 1936 en Madrid, desarrolla un constante monólo interior donde la capital volvía a ser protagonista, ahora en los primeros días de la rebelión militar. Segui­rían Oficio de tinieblas (1973), como catarsis que conlleva la confesión obsesiva, siendo a la vez un testimonio lúcido y desgarrador de una conciencia que asume el dolor de ser hombre; y Mazurca para dos muertos (1983) en un marco rural gallego y con una extensa galería de perso­najes, donde sigue latiendo el viejo trauma de la guerra civil y la poosguerra.  
            En una tercera etapa narrativa, como culminación de su experimentalisto continuo, se incluyen sus novelas Cristo versus Arizona (1988) un intenso monólogo que trota de las rememoraciones de un yo, protagonista de unos hechos y testigo de otros; El asesinato del perdedor (1994) en la que un joven víctima del rigor moral de un juez que lo hizo encarcelar por escándao pùblico, se suicida; La Cruz de San Andrés (1994) en cuyo relato secundario, mediante un monólogo delirante se cuenta una simbólica crucifixión y, finalmente, Madera de Boj (1992) considerado . un libro de aventuras, pasado por el heróico y confuso tamiz de la memoria.
            También destaca como escritor de libros de viajes, entre los que figuran su Viaje a la Alcarria (1948), Del Miño al Bidasoa (1952) o Viaje al Pi­rineo de Lérida (1965).  Y por sus numerosos relatos breves, ya sean cuentos o novelas cortas, con textos magistrales del tenor de Esas nubes que pasan (1945), El bonito cri­men del carabinero (1947), El gallego y su cuadrilla (1951), Baraja de invenciones (1953), El molino de viento (1956) o Garito de hospicianos (1963).

            Pese a su controvertida personalidad y las arremetidas de la crítica, toda su compleja obra po­see un denominador común: la maestría verbal, la audacia y el rigor, que la salvan in­cluso en los momentos débiles. Todo ello le hace figurar, por mérito propio, entre esos escogidos autores españoles del siglo XX que se seguirán leyendo en el futuro. En este año de 1916 se cumple, precisamente, el centenario de su nacimiento. 
José María Martínez Laseca