Hecha
pública en los medios de comunicación la propuesta de la Comisión competente a
la Alcaldía del Ayuntamiento de Soria para que su Pleno nombre al nuevo
Cronista Oficial de la Ciudad de Soria, algunos conocidos se han dirigido a mí,
por trascender que era yo el otro aspirante. Lo ideal sería que accedieran al
expediente tramitado y pudieran formar mejor su propia opinión. Ante la
dificultad de que puedan lograrlo, va aquí mi relato al respecto.
En efecto, incitado por el concejal de
C´s, me presenté a dicho cargo (honorífico y sin sueldo) al estar jubilado y
dado que, “motu proprio”, desde hace tiempo, vengo escribiendo e investigando
sobre temas sorianos y participando en la vida cultural de la ciudad siempre de
una manera altruista. Nada perdía por intentarlo. Uno mantiene la expectativa
de poder aportar algo a los demás. Lo necesito para vivir y no para tan solo
sobrevivir. Tardó en salir la convocatoria desde que se anunciara. Su
Reglamento lo recoge el BOP de 20 de julio de 2016.
Presenté mi solicitud acompañada del
currículum y memoria exigidos. Pedía, literalmente, “que se especifiquen los
méritos que concurren en el candidato, junto con reseñas biográficas y, si las
tuviera, bibliográficas.” Y así lo hice. “La instrucción del expediente –decía–
se dirigirá a acreditar y valorar los méritos del candidato en cuanto a su
obra, actividad y/o conocimiento sobre el municipio de Soria”. Todo se
centraba en estos tres pilares. Allí no se incluía otro baremo de evaluación.
Acaso con el criterio abierto de buscar el perfil más idóneo de Cronista.
Podía recurrirse a una Comisión
Técnica. Y esta se constituyó con Teresa Valdenebro (concejala del PSOE),
presidenta; José Boces (técnico del Ayto.), secretario y Carlos de la Casa
(funcionario de la Junta) con Yolanda Martínez (funcionaria de la Diputación),
de vocales. Estos dos últimos tenidos por “profesionales independientes con
acreditada trayectoria y prestigio en la ciudad y en los diferentes ámbitos de
la vida soriana”. Me lo dijeron extraoficialmente y manifesté mi intención de
retirarme si su informe era vinculante, pero fue ya demasiado tarde para
hacerlo cuando se me contestó.
Una vez tuve audiencia al expediente
(2 de marzo de 2017), supe la puntuación final otorgada y de la actuación de la
Comisión Técnica a través de las actas de sus cuatro sesiones. En base a ese
conocimiento, mostré mi discrepancia presentando, el 9 de marzo de 2017, en el
Registro del Ayuntamiento un escrito de 7 páginas con mis ALEGACIONES –las que
entregué también a todos los Grupos políticos– centradas en estas cuatro
argumentaciones lógico-deductivas, que sintetizo:
La primera, cuestionando la independencia
y neutralidad de los vocales de la Comisión Técnica. En concreto de Carlos de
la Casa, dada su estrecha relación con el otro aspirante, por lo que debiera haberse
autoexcluido para no ser juez y parte. La Ley 40/2015 de 1 de octubre de
Régimen Jurídico del Sector Público, art. 23.1 y apartado 2, C, advierte
claramente que deberán abstenerse de intervenir en el procedimiento y apartarse
del mismo, entre otros casos, en el supuesto de “amistad íntima”, como entiendo
que se da aquí, puesto que “en Soria nos conocemos todos” y se podía, además, colegir de los datos aportados en el
currículum del otro aspirante.
La
segunda, tan importante o aún más que la anterior, se centra en la irregularidad
del establecimiento de un baremo de valoración sobrevenido, toda vez que este
no se hizo público en la convocatoria del BOP ya citado. Y, además, con la anomalía
añadida de que dicho baremo se elabora una vez conocidos los “curriculum vitae”
aportados por los candidatos. Por lo que no es difícil pensar que el traje se
hace a la medida de uno de ellos. Resulta muy llamativo en tal sentido que la
prioridad se centre, casi exclusivamente en la bibliografía de Soria,
relegándose sutilmente, o minusvalorándose otros aspectos de “obra, actividad
y/o conocimiento sobre el municipio de Soria”, cono se recogía en el propio Reglamento
del Cronista. Ocurre así con mis iniciativas de “La Saturiada” y de “Un soneto
para Soria”. Mi beca del Centro de Estudios Sorianos para investigar sobre la
Real Sociedad Económica Numantina de Amigos del País de Soria, para la Historia
de Soria de J. A. Pérez-Rioja, a lo largo de todo un año (1982-83), se equipara
en puntuación a un artículo publicado en una revista divulgativa (= 0,25
puntos). E, incluso, la singularidad de mis dos blogs en Internet queda astutamente
anulada.
La tercera resalta lo paradójico que
resulta la “Valoración actividades profesionales”, pues “considerando que ambos
candidatos presentan una trayectoria profesional similar –son funcionarios
técnicos del grupo A1 de la Administración, profesores de la UNED, han desempeñado
puestos de carácter político (…)”, las diferencias que se dan en cuanto a
antigüedad docente en la UNED y desempeño del cargo de Diputado Nacional por
Soria, manifiestamente a mi favor, se desautorizan con descaro.
Y en la cuarta y última se entresacan algunas de las valoraciones
erróneas de la Comisión Técnica que, aun por pequeñas que estas sean, siempre
favorecen a la otra parte y a mí me
perjudican.
En la aplicación correctora de su tabla de
evaluación, que yo realizo en mis alegaciones, utilizando su misma vara de
medir, le doy la vuelta al resultado, con lo que pongo de manifiesto que, tras
la apariencia de verdad técnica asociada a las cifras o los números, puede en
realidad ocultarse una falta del debido rigor en su aplicación. Son hechos y no
opiniones. También añado allí que tampoco se han tenido en cuenta por la
susodicha Comisión Técnica otro tipo de aspectos cualitativos (en consonancia
con la filosofía del Reglamento del Cronista) como pudieran ser los referidos a
la propia presentación de los currículum vitae y memoria, disponibilidad de
tiempo para el ejercicio del cargo, valores que se fomentan y promueven,
creatividad, incardinación de acciones dentro de un proyecto para la promoción
exterior de la ciudad, etc.
A día de hoy, nada se me ha contestado
a mis alegaciones. Yo me enteré por la radio de la decisión adoptada, en la
entrevista realizada en la SER a la Concejala Delegada Teresa Valdenebro. Y
entendiendo que, como indican los clásicos, es del contraste de pareceres de donde
brota la luz, hago público este escrito, que muy bien pudiera servir a la vez de
aclaración y respuesta a cuántos me preguntan por la calle sobre el caso.
Y quedad tranquilos, porque, a fin
de cuentas, lo más importante para mí es que nadie podrá arrebatarme nunca este
resquicio de la escritura donde uno resiste, piensa libremente y trata de llenarse
de dignidad.
José María Martínez Laseca
(25 de abril de 2017)
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