A la gente se le
olvida. Por eso yo quiero contar aquí su historia. Para reivindicarla. Como el
mejor homenaje que se le puede tributar a una mujer, paisana nuestra, que, debido
a sus virtudes y talentos, destacó, en aquel tiempo convulso que le tocó vivir
de la primera mitad del siglo XX. Asumiendo un papel destacado como pedagoga
antes y durante la II República Española. Cuando se afirmó el papel del Estado
en la instrucción del pueblo, a través del sistema escolar unificado. Ella
apostó por modernizar nuestra educación y extender la cultura.
Fue
alumna de Antonio Machado y una de las
primeras concejalas del Ayuntamiento de Soria, Inspectora de Enseñanza Primaria
e Inspectora Jefa en la provincia y estuvo pensionada por la JAE en varios
países de Europa para la renovación pedagógica. Por su compromiso con la
educación y haber ocupado cargos oficiales con los gobiernos del Frente
Popular, fue depurada, suspendida de empleo y sueldo e inhabilitada para cargos
directivos y de confianza al comienzo de la guerra civil española por el
gobierno franquista. Y es una lástima que muriera tan joven.
Nacimiento, infancia y
adolescencia
La niña María Cruz Gil Febrel nació
–según acta facilitada por el Registro Civil de Soria– a las doce del mediodía
del día 28 de febrero de 1895, en el domicilio familiar de la calle El Collado,
nº 4 de la ciudad de Soria. Era la tercera hija del matrimonio formado por
Pedro Gil Lozano, de profesión empleado y de Raimunda Febrel Esteras, dedicada
a sus labores. Como abuelos paternos tenía a Manuel Gil Trigo y María Lozano
Morales y como maternos a Nicolás Febrel López y a Antonia Esteras González.
Curiosamente, todos los antedichos eran naturales de Deza, localidad soriana
rayana con Aragón. Sus otras dos hermanas mayores se llamaban Julia (27 de
julio de 1887) y Antonia (2 de noviembre de 1892), respectivamente.
Es poco lo que conocemos de su infancia, que suponemos
transcurriría feliz en compañía de los suyos y acudiendo a la escuela primaria
en sus primeros años. No obstante, las
abundantes cabeceras de la prensa soriana de la época van filtrándonos algunas
noticias tocantes a su andadura como estudiante. Como que el lunes 4 de octubre
de 1909, durante las fiestas de San Saturio, se procedió a la entrega de
premios a los niños de las Escuelas por el Alcalde José Ropero y su Teniente Alcalde
Santiago Ruiz Lería. Encontrándose entre ellos María Cruz Gil Febrel, que
obtuvo 118 pesetas y diploma medalla de plata por el legado Bernardo Robles. Y
María Cruz Gil cedió sus 118 pesetas a su condiscípula Concepción García, hija
de padres pobres, que había sido premiada por su aplicación con el ordinario
del Ayuntamiento. El rasgo noble y caritativo de la niña María Cruz Gil Febrel
fue tan calurosamente aplaudido como merecía (Ver: “El Noticiero de Soria de 6
de octubre de 1909, pág. 2).
Que, en 1910, en las prácticas de enseñanza, primer curso,
obtuvo sobresaliente y matrícula de honor (Ver: “Tierra soriana” de 28 de mayo
de 1910, pág. 2). Que en los exámenes ordinarios de mayo de 1911 de la Escuela
Normal y del Instituto de Soria, obtuvo las notas de sobresaliente en las
asignaturas de Agricultura, Derecho y Legislación Escolar y en el segundo curso
de Geografía e Historia (Ver: “Ideal numantino”, 22 de mayo de 1911, pág. 3).
Que en los exámenes de mayo de 1912 celebrados en el Instituto General y
Técnico obtuvo las notas de Sobresaliente y matrícula de honor, tanto en
Preceptiva Literaria y Composición como en Caligrafía. (Ver: “El avisador
numantino” de 22 de mayo de 1912, pág. 3). Asimismo, obtuvo sobresaliente en
Geometría y Francés 1º (Ver: “El Noticiero de Soria, 2 de octubre de 1912, pág.
2), en este caso con derecho a Matrícula de Honor otorgado por Antonio Machado
(Ver: Acta de examen del Curso 1911-1912 del Instituto General y Técnico de
Soria, de 25 de mayo de 1912). Como consecuencia, figuraba en el cuadro de
honor de los alumnos a los que se les concedió Matrícula de Honor para el curso
de 1912 a 1913 en dichas asignaturas (Ver: “El Porvenir Castellano de 3 de
octubre de 1912, pág. 3). De nuevo, en este curso1912-1913, María Cruz Gil
Febrel figura en la relación de jóvenes muchachos que han sido obsequiados en
la “Fiesta de la Inteligencia” del Instituto al recibir los premios y que con
orgullo pueden ostentar por su aplicación y talento, en las asignaturas de
Caligrafía, Lengua Francesa 2º, Historia Universal, Álgebra y Trigonometría y
Dibujo 2º (Ver: “El Noticiero de Soria, 1 de octubre de 1913, pág. 2).
En
la Escuela Superior de Magisterio de Madrid
En 1914 y en Valladolid, con la
brillante calificación de sobresaliente, concluía María Cruz Gil Febrel los
ejercicios de reválida para maestra superior (Ver: “El Avisador Numantino”, 30
de septiembre de 1914, pág. 3).
Por
el padrón de Soria (rectificación del año 1915-1916), también sabemos que la
residencia familiar se había trasladado al nº 40, piso 1º de la calle
Zapatería, y que a los 5 miembros allí residentes: los padres con sus tres
hijas, se había sumado Valentina Sanz Gallego, natural de Soria (nacida el 14
de febrero de 1889), en su condición de criada.
“El Magisterio Español: Revista General
de la Enseñanza”, de 13 de julio de 1916, pág. 2, recogiendo lo publicado en la
“Gaceta de Instrucción Pública y Bellas Artes” de 12 de julio de 1916,
constataba en su sección “De Actualidad” el ingreso para el curso próximo en la
Escuela de Estudios Superiores del Magisterio en la Sección de Letras de María
Cruz Gil Febrel, junto a otros 16 compañeros (seis, más ella, mujeres y otros
nueve hombres). Este centro institucional estatal para la formación de maestros
de las Escuelas Normales había sido creado en Madrid en 1909, siguiendo el
modelo pedagógico de la Institución Libre de Enseñanza. Durante su estancia en
la capital de España María Cruz Gil Febrel se alojó en la Residencia de
Señoritas dirigida por María de Maeztu, que había abierto sus puertas en
octubre de 1915.
Transcurridos los tres cursos
preceptivos de aprendizaje, en el mes de junio de 1919, se acreditaron los
integrantes de esta octava promoción de la Escuela Superior de Magisterio
(Sección de letras). La formaban un total de 16 estudiantes: 9 alumnos (Nicolás
Escamilla de Simón, Rodolfo Llopis Ferrándiz, Florentino Martínez Torner,
Víctor de la Serna Espina, Fernando Piñuela Romero; Jesús Sanz Poch, José María
Olmos Escobar, José Enseñat Alemany y Ángel Martínez Zapater) y 7 alumnas
(Julia García F. Castañón, Carmen Bravo Díaz Cañedo, Mercedes Doral Pazo,
Matilde Huici Navaz, Clara Pérez Acevedo, María Sánchez Arbós y ella).
Una vez más, la prensa local dejaba
constancia expresa de este hecho al señalar:
“-La
distinguida cuanto modesta, simpática y bella señorita soriana María Cruz Gil
Febrel, ha terminado la carrera del profesorado en la Escuela de Estudios
Superiores del Magisterio, habiendo obtenido el número primero en los tres
cursos.
Por sus talentos y virtudes, esta
paisana nuestra es muy digna de las mayores alabanzas que desde aquí le
tributamos tan justamente como se merece, siendo un honor para nuestro país tan
señalado triunfo, dejando así tan alto en la intelectualidad el pabellón
soriano.
Reciba la más cordial enhorabuena,
así cual sus buenos padres don Pedro Gil y doña Jerónima (sic) Febrel y como su
hermana Antonia que también se distinguió tanto durante su carrera siendo en la
actualidad Profesora de la Normal de Teruel” (Ver: “El Noticiero de Soria” de 8
de julio de 1919, pág. 3).
José
María Martínez Laseca
(7
de marzo de 2020)
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