sábado, 2 de septiembre de 2017

A Fermín Cacho, vencedor en el estadio

Recordando los 25 años pasados desde la celebración de aquellas olimpiadas de Barceloona-92,  en las que el soriano Fermín Cacho logró para España la medalla de oro en la prueba de los 1.500 m.

Ocho de agosto, Barcelona, España.
Estadio de Montjuich: las olimliadas.
Fermín Cacho, el numantino atleta,
concentra en su tesón las esperanzas
de triunfar en esta mítica prueba,
siempre tan celebrada.

Un kilómetro y medio es la distancia
que conduce al Olimpo o la nada.
Nadie mejor que tú y Pascual Oliva
sabéis de sacrificios y silencios
para alcanzar esta final ansiada.

¿Quién dirá luego ser  corta la vida
a la intensidad que late una carrera?
Rugen las gradas de inquietante espera,
hasta que el juez ordena la salida.

Tras el disparo, irrumpirán al trote
una docena de atletas por la pista.
Oyes clamar ¡Fermín! a voz en grito
fijada en tí su emocionada vista.

El Keniata Chesire va delante,
Spivey, americano, a tu derecha.
Morcelli, el argelino, ya te acecha.
Nadie quiere tirar y la impaciencia
crece a la inversa de tu gran prudencia.

Ya van dadas dos vueltas y avanza la postrera,
con un tic-tac de piernas en progresión certera.
Que no aguanta más Fermín. Su sangre le revienta
y  trepa por la curva, desafiando a quienquiera.

Fermín, pundonoroso.
El hijo del Moncayo, el recto estadio,
corriendo presuroso
con voladora planta
detrás dejó los concurrentes todos.

Celebra, Fermín Cacho, la victoria
lograda en la olimpiada;
mientras que Soria entera se extasiaba
participando de tu gloria.

Detén tu paso, campeón, y escucha.
Muchos habrán grabado tu proeza
en crónicas de prosas elogiosas.

Aún yo te cantaré con más dulzura,
como lo hicieran los poetas griegos.
Para que el triunfador fuera, sin duda,
por los labios de todos renombrado.

                                   En Soria, a 8 de agosto de 1992
José María Martínez Laseca 

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