lunes, 26 de marzo de 2018

Versión final de “Cantos del compañero muerto” de Concha de Marco (y 2)

                             José María Martínez Laseca
Concluye aquí “Cantos del compañero muerto”, 1977. Al compararlo con la otra versión se aprecian ciertas diferencias. Esta reelaboración nos muestra el proceso creativo de Concha de Marco. Escribe cuando entra en trance, y, tras dejarlo reposar, lo pule en su acabado. Una nota adjunta dice: “Este libro ha sido elaborado en el tiempo transcurrido desde noviembre de 1975 hasta el 6 de julio de 1976, fecha de la muerte de mi compañero. La realidad histórica y cotidiana ha ido incidiendo  sobre mi propia realidad dramática y este es el resultado del encuentro.
            Gracias a esta labor he podido sobrellevar el proceso de su enfermedad y su agonía. Con ello se demuestra una vez más que lo único capaz de ayudarnos a soportar los trances más amargos es el trabajo, el esfuerzo intelectual y físico.
            Debe subtitularse Celda de castigo, dado que casi todos vivimos en ella, para algunos materialmente cierta y en estas páginas entramos todos. Podríamos decir citando a Joyce “Here comes everybody”.
            A la memoria de aquel hombre dignísimo que fue Juan Antonio Gaya Nuño dedico, no solo este libro, sino, como desde que le conocí, toda mi vida”.
            El verso de cierre: “la cárcel rota v la prisión burlada” sugiere la liberación del preso con su muerte.
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            16. Quién será / ese viajero pensativo / que en la gran sala del aeropuerto / mira hacia el frente / a través de las encristaladas puertas / donde se arremolinan los presagios / de vez en cuando / pasa su mano por el pelo blanco / enciende un cigarrillo lentamente / lo deja consumir entre los dedos / o lo lleva a sus labios / se marcha acaso para no volver? / no tiene prisa / juega sus enigmas / ni siquiera atiende / las instrucciones de los alta­voces / calcula sobre lo imposible? / con las sombras de fue­ra o las de dentro? / o es que regresa a su patria? / pero es que tiene una patria? / quién lo diría! / su lengua ya no sabe formular / los términos que fueran mensajes del peligro / la mano es de patética ternura / cual si el alma de un niño la moviera / voces indiferentes desde el techo / anuncian procedencias o destinos / mira el reloj / las cinco y media / advierte los minutos peligrosos / vuelve a mirar / las seis / vuelve a presentir que hay traidoras constelaciones / al otro lado del mapa / y ya prefiere un país / donde las cosas no tengan nombre / y el viento cambie diez veces de rumbo / a lo largo de unos minutos
17. Cuando yo entre en la casa / y la encuentre vacía / cuan­do vea la huella que dejaron tus manos / cuando vuelva a encon­trar tus papales en orden / y esas letras pequeñas / esos números en una cartulina / el último paquete de tabaco / con cuatro ciga­rrillos / cuando intente escribir en tu máquina vieja / que solo obedecía a tus manos de niño / cuando callen los pájaros porque tú te marchaste / y yo nunca más vuelva a planchar tus camisas / doblar tu ropa limpia / y el lecho nuestro sea un enorme desierto /  para mi solo cuerpo en las noches de invierno / cuando golpee la lluvia cayendo sobre el techo / cuando yo nunca vuelva a comer con manteles / en la mesa redonda donde tú y yo lo hacíamos / y sea en la cocina con un plato cualquiera / ante los azulejos ama­rillos /  cuando vea el fantasma de tu cuerpo perdido / alejarse en silencio por una calle última / y no beses la mano que en sueños te acaricia
18. Arena / arena y agua / cera de abeja / caño de guía de la flecha / cerbatana / bajo las lenguas del curare / se abre la flor secreta de las lágrimas / y al recuerdo me vienen / en retirada mísera y oblicua / cualquiera de tus viajes / a la pálida franja del amanecer / que iluminaba la alcoba / reluce la camisa blanca sobre tu espalda / mientras frente al espejo anudas la corbata / finas arrugas forman tus movimientos en la tela /  sobre los mús­culos  perfectos de tus hombros / la ropa de tu lado revuelta y aún tibia / con el calor de un sueño / calzas los zapatos / vistes la chaqueta / abres la nevera / te inclinas a mí me besas ríes / por la fuerza de mi abrazo / mi boca recorre tus mejillas frescas del afeitado / ya habías cerrado la puerta / cómo podría vivir beata tu regreso  /  comenzaba a arras­trarse el tiempo lento / informe, de tu ausencia / persiguiendo la huella que dejaron / tus ademanes en el espacio / y ahora / en este viaje sin regreso /  cómo podré vivir
19. Señor / por qué nos has abandonado / con sus múltiples nombres de pájaro cautivo / apago mis lágrimas / a golpes y parto en dos mi rencor contra el rufián vestido / de oro / como una le­vadura para el día de mañana / guardo el segundo / con su despre­ciativo y atributo máximo / en mi huelga de hambre y circunstan­cia / triturando orgullosa los acerados vidrios / de trece mil doscientos días de castigo
 20. Anoche /  soñé contigo / y tenía una isla en la mano / era tu cuerpo hermoso como una fortaleza / terciopelo color de oscura miel / musgo tus caricias en torno de mis ojos / y yo quise aferrarme a tu playa desnuda / caminando a la aurora por su orilla / y solo era la huella de tus dedos / armoniosa y fugaz sobre mi cara
    21. Una espada / blandida sobre el mapa de europa / la fundi­ción del bronce en las lenguas del cándalo / me vienes a buscar para la guerra? / está mi yelmo roto y mi lanza oxidada / luego / que me entierren vestida y con todas mis armas / walkyria de esperanzas apagadas / ruina aislada no soy / en el anónimo de un orde­nado mundo / la pequeña porción de un inmenso desastre / de un error increíble
    22. Señor testigo / deje vuestra merced recordarle de nuevo / las condiciones previas del entorno / pasto de los sentidos en su laboratorio / se puede perseguir el pulso de las venas / bajo la piel delgada y transparente / las múltiples fragancias del jazmín y la rosa / en corredor de sombra el paso de las ratas / tan viciosas del hambre primitiva /  la desorientación que no recuerda el nombre / del toque de silencio / donde el habla no existe / la muda lengua quieta y prisionera / en el anfiteatro de los dientes / las uñas con tozudez de arranque /  qué diligencia de armamento inútil
      23. Crece / crece la hierba entre silencios cautos / las calles se convierten en desiertos furiosos / y aquí mi compañero / en su exacto reflejo / indescifrable mundo que se escapa / y a quien sería un lujo tratar de convencer / hubo tiempo sobrado / para deli­mitar con tu él la soledad
      24. Españolito / que viniste a mis brazos / yo te guardaré / mi amante corazón será tu españa / mi humilde mano siempre fue tu patria / acunado en mi pecho / como un niño perdido / al pie de tanto esfuerzo / españolito del alma / yo te cerraré los ojos /  yo te cruzaré las manos sobre el pecho / yo velaré tu cadáver hasta el fuego
      25. Señores del jurado / con toda la energía acumulada en una voluntad / a nadie le propongo que reciba / la visión inclemente de mis ojos / morirá más tranquilo si sigue siendo ciego / lego mi corazón a quien lo quiera / estrujará su tiempo / se beberá otra sangre / más le vale sufrir que morir tanto / por sostener la cláusula secreta del destino / el fragmento de dios que aquí me está muriendo / esta defoliación de biologías / desde el origen / hasta el momento en que mi mano desarmada escribe / ante las gentes que penetran y huyen / latiéndome vivencias / hechos sobrecogidos en su última célula , / que quieren respirarme nuevamente / angustiarme las vísceras / renacerme y morir al hierro y a la hoguera
    26. Amor mío / del sedante que no produce efecto /  amor mío de la noche en vela / amor mío que acaricia mis rodillas / amor mío quieres que te lea algo? / solo quiero que estés aquí / pongo algo de música? / solo soy un costal de dolor / amor mío de la cama deshecha y rehecha diez veces / voy a levantarme / amor mío solo son las cinco / estoy muy cansado / amor mío qué pronto amanece / amor mío de la vacilante mano / amor mío  de la triste sonrisa / amor mío del último beso / amor mío reducido a su propio esqueleto / amor mío cuánto ha crecido en tres días / amor mío hasta que la muerte nos separe
   27.  Y solo para eso / apartó sus entrañas hizo un hueco / que había de ser ajeno / en la profunda intimidad del vientre / fue fabricado el rayo de su certera mirada / dispuesta a contemplar ciudades caudalosas / rembrandts de oro / altísimos vermeers / bosques de pinos arrogantes / crepúsculos cautivos tras de una noble ruina / risas y voluptuosidades en tumulto / y el ritmo de la his­toria / adherido a sus pulsos
   28. Y en medio de la noche / me pregunto / si podré resistir este calvario /  este irse consumiendo minuto tras minuto / acostada en el suelo me incorporo mil veces / para escuchar los golpes / de su angustiado corazón / aunque yo esté a su lado / ha de enfrentarse solo con su propia agonía
    29. Y fundirás mis manos / con tu última sangre / ambos oscuros signos / de los tan incontables personajes trágicos / las sábanas fatídicas manchadas / de la alcoba mortal / ante las cosas mudas consternadas / altivos soportando el desastre final / solo fulgor y llama que se extinguen / los labios sin palabras / la mano que persigue visiones fluctuantes / atónitas / o frecuenta la forma de mis labios / que se le escapan como un árbol liquido
            30. Aquí está él / mi soberbio alazán que se partió los remos / y hubo que rematarlo con un tiro / triunfador gigantesco inalcanzable / durante treinta y siete años / aplazada su muerte de campo de exterminio / la desintegración exacta en celda de castigo / después de haber cargado sobre sí fuerzas extrañas / circunscripciones interiores / culpas equinocciales de toda dinastía / históricos combates / armadas invencibles y reinas destronadas / avanza y se detiene en la memoria / el tiro por la espalda o la descarga del amanecer / y en su puesto encontraron los guardianes / mil pájaros de oro mil palomas / que salieron volando a la infinita libertad del alma / el último contacto con el mundo / la cárcel rota v la prisión burlada

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